Fue desde aquel día en que ví tus ojos, cuando mi corazón tuvo otra razón más por que latir, fueron esos momentos juntos, los que hicieron nacer en mí la esperanza de un día mejor, fueron tus manos las que me brindaron la confianza de caminar juntos, fue tu voz la que me permitió ver al mundo alejado de la depresión.
Para mí, eres la música de mis oídos, la sangre de mis venas, la voz de mis sentimientos, las pestañas de mis ojos, mi amigo, mi todo, ese apoyo que no se busca porque jamás nadie lo encuentra. Contigo aprendí a creer en lo increíble, a entender las miradas, a sentir las caricias, a curar las heridas y a perdonar las dolorosas mentiras.
Parchaste mis espacios vacíos y con tus palabras sanaste mis profundas heridas, tus acciones me demostraron lealtad y tus promesas fidelidad. Por ti reí y llore, por ti pensé y por ti actué, fue tu nombre el que me hizo estremecer, el que le dio un nuevo ritmo a mi corazón, le enseñaste a mis ojos a cerrarse para pensarte, a abrirse para verte y les enseñaste ese lenguaje silencioso que solo podíamos escuchar los dos.
Juntos caminamos y caímos, juntos nos levantamos y aprendimos, juntos vivimos y juntos compartimos, porque reíste en mi derrota para darme ánimos de continuar. Respetaste mi silencio en el momento de hablar, mis decisiones a la hora de escoger y mis aspiraciones cuando quería soñar.
Contigo podía caminar lento bajo la lluvia, callada sobre la sombra y descalza por las rocas, porque cualquier escenario contigo era un paraíso para mí. Tu presencia fomentaba mi aire, solo el escuchar tu voz hacia que mi sonrisa se ensanchara y el brillo de mis ojos resaltara en mi oscura tez.
Me enseñaste el valor de la confianza, a creer en el amor y a luchar por él. En ti encontré mi mundo, mi sueño de fantasía y será por ti que tendré ese maravilloso recuerdo de que existe la felicidad, porque esa, tu sonrisa quedo grabada en lo más profundo de mi alma, tu calor se quedo impregnado en lo más profundo de mi piel.
Es a ti a quien quiero dar las gracias por aparecer, por darme lo que siempre necesité, lo que nunca busque…porque fuiste la sorpresa más preciada que la vida me pudo brindar, fuiste la maravilla más real que pude encontrar, fuiste mi compañía de verdad, mi amor, mi pasión, mi amigo y mi voto de voz. Gracias.
Emily Preciado